Estafado en $ 3.000.000, un médico inició terapia: «Confiamos en las personas equivocadas», lamentó

Los abogados cuentan con un cheque con la firma del presunto cuarto eslabón que embaucó a cinco personas en $ 10.000.000.

«A veces confiamos en las personas equivocadas. Creo que es lo que me pasó y estas personas me estafaron en $ 3.000.000. Tanto me desestabilizó y la magnitud del daño que han causado a toda mi familia que debí iniciar una terapia».

El protagonista es un médico, quien accedió a hablar con EL LIBERAL, pero pidió preservar su identidad, «al menos por ahora». Es una de las cinco personas denunciantes, ya que habría sido víctima de una presunta banda, a través de una estafa piramidal en el orden de los $ 10.000.000.

Una estafa piramidal también conocida como esquema piramidal es un tipo de negocios en el cual los propios participantes deben hacerlo crecer a través de una red en la que captan a nuevos participantes. El objetivo solapado es que los nuevos vayan produciendo beneficios para los participantes originales.

El delito es conocido como «esquema Ponzi», en honor a Carlo Ponzi, un inmigrante italiano en los Estados Unidos y que en 1920 terminó preso por estafador serial.

«Los conocí a mediados del año pasado. Ellos eran una mujer de apellido Ávila. Decía trabajar en un estudio jurídico y dijo que estaba a punto de recibirse de abogada; también estaba su primo, Palomo. Y el supuesto novio de la mujer, de apellido Sández», reveló el galeno.

«Todo comenzó entre julio y agosto con préstamos chicos. El primo de Ávila fue el que apareció y me invitó a negocios tentadores. Comencé con préstamos chicos, entre $ 100 y $ 150.00 e intereses del 20% a ser efectivizados a los 15 días», explicó el denunciante.

Ahondó: «Al principio, cumplieron. Habremos hecho inversiones 6 o 7 veces. Como entendía que se trataba de un negocio rentable y serio, que crecía, me entusiasmé. En noviembre me solicitaron ampliar la inversión elevándola a $ 3.000.000», subrayó el médico.

Más plata

«Lo charlé con parte de mi familia y aceptamos acrecentar la inversión. La propuesta era $ 3.000.000 con intereses del 20% a ser efectivizados a los 20 días. Transcurrido y agotado el tiempo, cesaron las comunicaciones. Arrancaron los pero en Ávila y Palomo, sin que nadie me abonara los intereses de mi inversión», cerca de $ 600.000.

Entonces apareció una cuarta persona. «Yo muy preocupado e insistente, en diciembre se comunicó conmigo un hombre y me entregó un cheque por $ 500.000, pero a ser pagado el 7 de febrero de este año». El médico advirtió que ya dudaba de todo. «Me reuní con un amigo. Me confió que la cuenta era nueva y que el sujeto había respondido, léase emitía y tenía fondos en la entidad crediticia con la que operaba».

Sin embargo, otras fuentes le informaron que había más cheques del sujeto aludido rechazados por falta de fondos. «El 7 me presenté y la orden bancaria carecía de fondos. Desde entonces busco respuestas. Cesó del todo la comunicación con estas personas y decidí denunciarlas».

EN CONTEXTO

Sospechan que el número de víctimas es mucho mayor

La batalla de imprevisible final es librada hoy apenas por los cinco damnificados, pero las fuentes no descartaron que el número de víctimas sea mayor. Éstas adelantaron al cierre de esta edición que los acusados habrían operado en Capital y Banda: en todos los casos, el discurso era que conformaban un grupo inversor de reconocida trayectoria. Con damnificados sin conocerse entre sí, los expertos estiman que las denominadas inversiones eran abonadas por dinero limpio y otro de dudosa legalidad. Allí radicaría el quid de muchos denominados estafados, en su imposibilidad de justificar la procedencia y naturaleza de las cifras en pugna. Abstrayéndose de ese impedimento, hoy la Fiscalía delinea sus primeros pasos. Por lo pronto, giraría las denuncias a expertos de Delitos Económicos, habituados en desempolvar dineros blancos o negros. Partirían diversas medidas y pedidos de informes a entidades crediticias y/o financieras.

Fuente: El Liberal.

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